Por Maxi García del Río
El 25 de noviembre se celebra el Día mundial contra la violencia de género. En el IES Alfonso Romero Barcojo realizamos actos para conmemorar este día tan especial para las mujeres y hombres que sufren algún tipo de violencia. Este día se celebra desde 1981 recordando la muerte de las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y Mª Teresa) asesinadas a manos de la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.
Lo que fue un crimen político se ha convertido en una pesadilla para muchas mujeres y madres de familia que sufren algún tipo de maltrato (ya sea física o psicológica). Es un serio problema que sufren muchísimas personas en todo el mundo. En lo que llevamos de año, en España, han muerto 61 mujeres a manos de su pareja sentimental, marido, o ex-pareja. He tenido la suerte de no vivir ninguna experiencia personal de este tipo. Los gobiernos ofrecen muchas soluciones para estos aterradores hechos pero, ¿es proporcional las soluciones que ofrecen a la gravedad de los hechos? Las leyes contra violencia de género se revisan y modifican para el bien de los ciudadanos constantemente pero, ¿hay desigualdad en estas leyes?
En mi opinión la Ley Orgánica 1/2004, 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género no está lo suficientemente bien definida. Esta ley ofrece un respaldo excesivo a la mujer y muchas de ellas aprovechan esta situación para beneficiarse de sus parejas u otras personas. En cambio en los hombres es todo lo contrario. La ley dicta una sentencia menor para la mujer que agrede que para el hombre que lo hace. Deberían de establecerse las mismas condenas para ambos, ya que el artículo 14 de la constitución Española prohibe la discriminación y la desigualdad por razones de sexo. Habitualmente se dice que no siempre llueve a gusto de todos, y así seguirá siendo.
