jueves, 27 de mayo de 2010

Los embarazos no deseados

NOELIA GONZÁLEZ FÉLIX - NIEBLA

En la actualidad se producen numerosos embarazos no deseados en adolescentes a pesar de las numerosas informaciones que existen. Aunque hay información sobre los métodos preventivos que permiten decidir cuántos hijos y en qué momento se quieren tener. En general, los embarazos en adolescentes pueden producir exclusión social.

En España, a partir del 5 de julio, entrará en vigor la nueva Ley del aborto. La ley establece un plazo de 14 semanas para que las mujeres puedan abortar libremente. También podrán interrumpir su embarazo hasta la semana 22 si existe peligro para la vida de la embarazada o anomalías en el feto. Asimismo, permite abortar en cualquier momento del embarazo si se detectan anomalías fetales incompatibles con la vida o cuando se descubra en el feto una enfermedad muy grave incurable confirmada por los médicos.

Otro de los puntos más polémicos de esta ley es que las chicas de 16 y 17 años podrán abortar sin consentimiento paterno.


El aborto debe practicarse en caso de que exista alguna anomalía en el feto. En caso de que no haya este problema, no está bien abortar por haber mantenido relaciones sin medir las consecuencias. Así, tendrían que responsabilizarse de lo ocurrido y asumir los hechos. Con la nueva ley aumentará el número de abortos, ya que los adolescentes no tendrán que tener el consentimiento de sus padres para hacerlo.



miércoles, 5 de mayo de 2010


¿Por qué los jóvenes de ahora beben tanto ?

Irene Rodríguez Ruiz - Niebla

Una de nuestras compañeras de redacción hizo hace algún tiempo unas reflexiones sobre el alcohol y la conducción. La verdad es que el consumo excesivo de alcohol es un problema en nuestra sociedad. Hay jóvenes que beben para divertirse, otros para integrarse en la sociedad, otros por vicio, y están los que beben porque le gusta, igual que les puede gustar una Coca-Cola. Los jóvenes cada vez están bebiendo más. El alcohol es un enganche para ellos, es como decir que son mayores, más libres, más divertidos y mejores. La mayoría de ellos empiezan por imitación. Suelen beber en fiestas privadas o públicas, incluso en sus casas, porque lo ven en sus padres. Además, la excusa para el día siguiente es decir "si te vi no te conozco, estaba bebido." La mayoría lo usan para olvidar, "quitarse las penas", etc. Pero los chavales intentan emborrachar a las niñas para conseguir tener relaciones sexuales con más facilidad, lo que es una aberración.

En realidad, para divertirte, integrarte, o hacer amigos no te hace falta recurrir al alcohol. Además, tiene más inconvenientes que cosas buenas:
  • Puede hacernos sentir mal (vomitar, desmayarse o, incluso, cosas peores).
  • Puede alterar la capacidad para tomar buenas decisiones.
  • Puede llevar a hacer cosas vergonzosas.
  • Puede meter a la gente en problemas (con los padres o la policía).
  • Puede ser adictivo: la persona quizá comience a necesitar alcohol para sentirse bien.
  • Puede provocar un coma etílico.





Mi Primera Comunión


Sara Pujazón (Niebla)

Estamos en el umbral del mes de mayo, mes de las comuniones. La primera comunión es un rito cristiano, en el cual los niños de 10 años reciben por primera vez a Jesús. Para todo creyente, recibir a Jesús por primera vez tiene un gran significado y es un momento de alegría que se comparte con familiares y amigos. Para recibir la primera comunión es necesario pasar por un curso de catequesis, que dura generalmente un año, aunque en algunos lugares se prolonga algo más en el tiempo. Concretamente, en nuestro pueblo comienzan en 1º de primaria y no finalizan hasta 4º curso. En él se enseña a los niños las principales normas de la Iglesia. Este año parece ser que la cosa no está muy pudiente por aquello de la crisis para esas esplendorosas celebraciones a las que habíamos llegado, con grandes banquetes, listas de regalos, viajes a Eurodisney, etc.

Por lo tanto, no nos vendría mal volver a recordar aquellos tiempos pasados, que siempre fueron peores, para que nos demos cuenta de cómo era la vida. Aquellas comuniones, según me cuenta mi abuelo, empezaban con la dedicatoria por la radio de la copla de Juanito Valderrama “Mi primera Comunión”, y el pago en la emisora de un duro. Después del acto religioso, a la Plaza del pueblo: allí había churros o chocolate y, si se podía, una foto. Lo que no se podía olvidar era la visita a los familiares para que vieran vestidos de comunión al niño o la niña, darles su recordatorio y, a cambio, ese billetito que venía muy bien para los gastillos extraordinarios que se habían originado. Había quien al niño o a la niña la vestían algún día más para seguir sacando dinero a amigos y vecinos. Ya, al día siguiente, muchos colegios tenían por norma que fueran todos los niños vestidos de comunión para hacer la foto en el patio, al mismo tiempo que se les obsequiaba con un desayuno y, por supuesto, no había clase.


En mi opinión, hoy en día los niños siguen disfrutando de este primer encuentro con Jesús en una ceremonia llena de detalles y valor espiritual. En muchos casos la primera comunión se convierte en un acto puramente social, una mini boda, con gastos exagerados que distraen al niño del verdadero valor de este acontecimiento. Pienso que depende de los padres mantener el verdadero valor de este acto y sobre todo servir de guía para que los pequeños mantengan vivo el espíritu de Dios en su interior. Esos niños y niñas que ya han recibido a Dios y además han renovado el sacramento del bautismo, deberían asistir a misa el resto de los domingos del año, iniciando de esta manera su preparación para el siguiente sacramento (la confirmación).