miércoles, 15 de junio de 2011

¿A qué velocidad circulaba Ortega Cano la noche del accidente?

Por Isabel Benavides

Esta es la pregunta que se han hecho los familiares, y las cadenas de televisión desde la noche del accidente de José Ortega Cano. Unos dicen que triplicaba la tasa de alcoholemia, otros dicen que iba sobrio... pero la verdad es que solo el juez lo sabe. Desde esa noche no se ha dejado de especular sobre cómo iba Ortega Cano. Una de las cadenas con más índice de audiencia, Telecinco, no ha dejado de indagar sobre el asunto día a día. Algunos colaboradores del programa "Sálvame", decían que tenían amigos en el Hospital donde está ingresado José y que ellos mismos sabían que era verdad. Al día siguiente se desmentía la noticia, es más, la desmentía algún miembro de la familia.


Ultimamente, Chayo Mohedano, "sobrina" del torero, ha estado en el punto de mira. Hace una semana, Kiko Hernández mandaba unas palabras a Chayo preguntándole que si ella había dicho que su tío triplicaba la tasa de alcoholemia. La contestación no se hizo esperar y ella lo negó en rotundo. A la tarde siguiente, Kiko Matamoros desvelaba unas declaraciones que le hacía Chayo a Belén Esteban diciendo que Ortega superaba la tasa permitida. La reacción de Belén no tardó en llegar. Ella pedía perdón y decía que eso no era cierto, que ella se lo había dicho de otra manera a Matamoros.

Parece que el culebrón del pobre torero va para largo. Pienso que Belén Esteban debe reconocer que lo ha dicho y dejar de exculpar a Chayo Mohedano, ya que por defender a su amiga va a quedar mal. Y respecto a José Ortega Cano, pienso que todo se tendría que resolver cuando el torero salga adelante, si es que sale, y que todo se solucione como debe.

jueves, 2 de junio de 2011

Mi Romería

Por Diego Manové Martín

En una de las mejores romerías de los últimos tiempos, al menos para el que suscribe esta columna, parece que no pueden faltar, tristemente, los accidentes. Algunos quedan en la categoría de anécdota y nos hacen reír, pero otros ya revisten mayor gravedad. Hay que recordar que lo importante es pasárselo bien sin luego tener que lamentar nada. Desgraciadamente, muchas personas no pueden celebrar esto último.

Precisamente el sábado hubo dos accidentes: en el primero unos temerarios y bebidos conductores a manos de un charret le dieron un porrazo al coche de la Guardia Civil. Vino el furgón e hicieron la prueba de la alcoholemia y les pidieron los papeles y el seguro del vehículo. Aunque testigos afirman que los jóvenes se quedaron blancos del susto, esta es una de esas anécdotas que al final resultan graciosas y quedan para el recuerdo. Como muestra de esto que comento es la explicación dada por algunos: el mulo era de Sevilla y, al ver un coche del Betis (el de la Guardia Civil) no pudo evitar pensar en futuros derbis y fue a por él para calentar ya el ambiente de la próxima temporada.

Sin embargo, otros accidentes se recordarán pero por la gravedad de lo sucedido: un chaval que estaba subido en el caballo vio cómo el animal se desbocaba al ser azuzado con una vara. Al desafortunado jinete se le quedó el pie en el estribo y se dio con los codos en el suelo hasta el punto de que se partió uno de ellos en tres trozos.

También el alcohol y el botellón, con las consabidas consecuencias, tuvo su protagonismo en la fiesta: el sábado por la tarde le pegaron aquí, en la plazoleta, donde la gente consumía alcohol, a un chaval de Valverde porque saludó a una chica que estaba con otro y, por lo que se ve, eso sentó mal a los agresores: le dieron una paliza entre tres.

Son acontecimientos graves que no deberían producirse porque consiguen empañar la fiesta. El caso es que, en general y olvidando estos desafortunados accidentes, esta ha sido una de las mejores romerías que he vivido en la localidad. La gente, el domigo, volvía más triste porque se acababa la fiesta.