8 de marzo: Día de la mujer trabajadora
“Carta de una madre”
Sara Pujazón( Niebla)
Navegando por internet, he encontrado una carta escrita por una madre, es realmente el sentir de muchas madres. A continuación os dejo algunos de los fragmentos que me resultan más interesantes y sinceros.
Queridos todos: Me voy. Volveré cuando sepáis dónde están guardadas las bolas de naftalina, cuando nuestra casa ya no tenga secretos para ninguno de vosotros, cuando seáis capaces de descifrar los códigos de los botones de la lavadora, cuando logréis reprimir el impulso de llamarme a gritos si se acaba la pasta de dientes o el papel higiénico. Volveré cuando estéis dispuestos a llevar conmigo la corona de reina de la casa. Cuando no me necesitéis más que para compartir.
Ya sé que me echaréis de menos, estoy segura. También yo a vosotros, pero sólo desapareciendo podré rellenar los huecos que vuestro cariño me produce... Sólo podré estar segura de que verdaderamente me queréis cuando no tengáis necesidad de mí para comer o para vestiros o para lavaros o para encontrar las tijeras. Ya no quiero ser la reina de la casa, estoy harta, me he cansado de tan gran responsabilidad y he caído en la cuenta de que si sigo jugando el papel de madre súper no lograré inculcaros más que una mentalidad de súbditos. Y yo os quiero libres y moderadamente suficientes y autónomos.
Me voy para enseñaros a compartir, pero sobre todo me voy para ver si aprendo a delegar. Porque si lo consigo, no volveré nunca más a sentirme culpable cuando no saquéis notas brillantes o cuando se quemen las lentejas o cuando alguno no tenga camisa planchada que ponerse.
Después de leer con responsabilidad esta carta y reflexionar para comprender sobre las verdades que se cuentan en ella, tendríamos que empezar a tomar posturas que impliquen cambios en nuestras conductas diarias. En mi opinión, ese 8 de marzo es una fecha simbólica. Una madre es por naturaleza una mujer trabajadora, además de su profesión fuera de casa, ejercen en el hogar de maestras, enfermeras, economistas, cocineras, telefonistas, psicólogas...
Para todas ellas “8 de marzo” es todos los días. Por lo tanto el día de la mujer trabajadora no debería tener una fecha tan concreta.
Sigo recapacitando y me pregunto ¿Por qué no existe el día del hombre trabajador? ¿Son ellos también maestros, enfermeros, economistas, cocineros…? ¿Sólo se considera “trabajar” a la labor que se realiza fuera del hogar? Considero que el trabajo más productivo es aquel que sale de las personas que se entregan cuando lo realizan, tanto si son hombres como mujeres.