EL NIÑO QUE VENDE ZUMO DE FRUTAS
NOELIA GONZÁLEZ FÉLIX-NIEBLA

En la capital afgana, debido a su pobreza, se ven muchos vendedores callejeros y la mayoría son niños. Estos niños no van al colegio porque necesitan trabajar para ayudar a su familia, es el caso de Omid, un niño de 12 años que se dedica a vender zumos de frutas por las calles afganas para poder ayudar a su familia. Este niño solo va al colegio cuando lo releva su padre, pero esto ocurre muy pocas veces. Omid gana por su trabajo 40 afganis por vaso, es decir, menos de 1 dólar. Además, trabaja todos los días menos los viernes, que es el día del santo de los musulmanes.

En los países subdesarrollados los niños tienen que trabajar desde muy pequeños para ayudar a su familia, mientras que en los países desarrollados los niños disfrutan de su infancia y tienen una edad mínima para trabajar. Este es el caso de España, en el que las personas que quieren trabajar tienen que tener los 16 años, como mínimo.

La infancia es la edad más bonita de las personas y por ello deberíamos valorar más lo que tenemos en nuestro país. Nosotros tenemos la suerte de no tener que trabajar desde pequeños para poder vivir y por eso hay que estar más concienciados con los que no gozan de nuestra misma suerte. Con la ayuda de todos podríamos contribuir a un mundo mejor en el que se respeten los derechos de la infancia.