Realizado por Belén Izquierdo García y Lidia Feria Sánchez 2/02/2015
En
épocas navideñas se concentra un gran porcentaje de las compras
anuales de mascotas en España y un elevado número de ellas dan
resultado a una actitud impulsiva, consumista o caprichosa. Algunos
padres ceden a los ruegos de sus hijos, quienes quieren poseer algún
animal de compañía en casa. Pero la propiedad de éstos lleva un
fuerte grado de compromiso y responsabilidad, puesto que requieren
cuidados diarios. En caso contrario, les haremos sufrir, ya que no
podemos olvidar que son seres vivos y hay que comprometerse a
tratarlos como tal.
Hay muchas
organizaciones especializadas en acogidas de animales, por ello es
preferible acoger a un animal abandonado en vez de gastarse dinero en
comprar uno en tiendas de ventas, así ayudaríamos a disminuir la
tasa de abandonos.

Así las cosas,
los adultos, antes de regalarles a sus hijos una mascota, deben tener
presente que ésta crecerá y requerirá de nuestra atención y
protección durante toda su vida. Y en el supuesto caso de que no se
desee continuar disfrutando de su compañía, siempre existirá la
posibilidad, y casi la obligación, de entregarlos a alguna de las
organizaciones especializadas en la acogida de animales. Las mascotas
nos regalan su cariño incondicional y no son juguetes, sino víctimas
de una sociedad de consumo.